jueves, 17 de diciembre de 2009

Crónicas blaugranas

Atlante F.C 1-3 F.C Barcelona

Resultaba curioso ver a Messi recuperando su tobillo en las calurosas playas de Abu Dhabi mientras aquí en España pasamos un frío polar.

Pero tal y como salió el Barça al campo daba la impresión que los futbolistas padecían aun las gélidas temperaturas ibéricas imperantes en estos días en vez de las brisas cálidas de Arabia.

No pudo el equipo mexicano soñar un comienzo más idoneo que el que tuvo. A los 5 minutos ya se había adelantado en el marcador gracias a un despiste en bloque de la defensa azulgrana. Un saque largo del portero Vilar pasa por encima de la defensa barcelonista, Valdés incluido tras el bote, y Rojas, muy atento, mete la pierna casi sobre la linea de fondo para alojar el balón en el arco de Víctor.

El Barcelona, como en Kiev, se complicó él solito el partido y se vió obligado a nadar contra corriente. Sorprendió desde luego la alineación de Márquez, ya que el mexicano no tiene demasiado rodaje esta temporada. Y se vió en el gol.

Los jugadores culés se hicieron con el control del juego, pero no alcanzaron la fluidez deseada en los primeros 25 minutos, aunque Busquets asustara a la defensa azteca con un remate de cabeza al poco de recibir el gol.

La defensa azulgrana, muy adelantada, padeció mucho en las escasas contras que logró conectar el Atlante, una de las cuales pudo suponer el segundo gol si no llega a ser por la candidez de Navarro. Al mexicano se le hizo muy grande Valdés y muy pequeña la portería a medida que iba avanzando metros. Quizás le parecía demasiado increíble tener en sus botas poner al todopoderoso Barcelona dos goles atrás en toda una semifinal de la Copa del Mundo de Clubes. El caso es que cuando estaba por encarar a Valdés, en vez de tirar, buscó incomprensiblemente el pase del centro del area donde ningún compañero suyo llegaba solo.

El Barça no conseguía carburar y encima se sufría en defensa ante las contras de los pequeños pero hábiles delanteros mexicanos.

Ante la opacidad del juego blaugrana, era preciso encontrar otras vías para llegar al gol. Un camino factible era el juego aereo. La diferencia de altura media era muy importante. El Barça, con jugadores muy altos como Piqué, Busquets, Touré o Ibrahímovic, representaba un auténtico peligro en faltas, corners y centros.

Y así es como llegó el empate a diez minutos del descanso. Córner sacado por Xavi, Touré se eleva por encima de la defensa celeste y su remate vá a parar a los pies de Busquets, que, de primera, empuja raso el balón al centro de la portería defendida por Vilar. Pudo haber llegado poco después el segundo, pero Alvés, en una de sus filosas internadas, remató desviado de semivaselina cuando estaba ya algo escorado.

Sin más sustos por ambos bandos se llegó al final de una primera parte bastante gris de conjunto culé. Espesura en ataque, con un Iniesta poco acertado y unos Pedro e Ibra bastante desasistidos dentro de la maraña de piernas mexicanas. Lo más destacado fue el trabajo y acierto del centro del campo, que no solo mantuvieron al Barça con el partido relativamente controlado, sino que fueron los fabricantes del empate (Xavi centra, Touré pone y Busquets remata).

Guardiola reaccionó pronto y no dejó pasar más de diez minutos de la segunda parte para recomponer en equipo. Su apuesta: seguridad (Piqué por Márquez) y desequilibrio (Messi por Touré para que Iniesta pasara a la media).

El resultado fue inmediato. Un minuto después del cambio, Ibra vió la diagonal que le marcaba Messi en la frontal del area, vislumbró la zona despejada y puso la asistencia para que la "Pulga" se deshiciera en dos magistrales toques del portero y con él de toda la defensa celeste. 2-1 y la final encarrilada.

Con Messi en el campo (ovación atronadora del estadio cuando salió a calentar) los jugadores norteamericanos se metieron más atrás si cabe. Con la mejora en el juego de Iniesta la defensa contraria definitivamente se quebraba. La asociación de media en adelante de los Iniesta, Ibra, Messi y Xavi (con pedro descongándose) empezó a marear a unos agotados mexicanos.

En medio del rondo llegó una jugada personal del jugador manchego por el flanco izquierdo. Andrés de internó en el are, vió el desmarque de Pedro a un metro escaso, y le sirvió el 3-1 cortita y en profundidad. El canario se giró con rapide y frialdad y se la colocó a media altura al portero del Atlante.

El partido se rompía por momentos fruto del cansancio de ambos equipos (el Barça estaba lento, quizá afectado por la adaptación) y llegaron las ocasiones del ecuador de la segunda parte hasta el final. Los mexicanos llegaron a tener una clarísima ocasión. Pereyra (que sustituyó a Velázquez) se planto solo ante Valdés tras dejar atrás a Abidal por velocidad, cogiéndole la espalda (algo difícil de creer en el rapidísimo defensa francés) y falló el mano a mano (o se lo paró Víctor, un especialista en estas lides).

El Barça contó con las suyas, incluida una de Messi que de haber marcado hubiera puesto el estadio en pié.

El conjunto culé terminó plácidamente un partido que tuvo cuesta arriba en la primera parte. Tendrá que mejorar bastante para el sábado, ajustar mejor la defensa y jugar con más velocidad. El Estudiantes es un equipo más peligroso y curtido, y los jugadores argentinos son más duros de roer y poseen más oficio (rayando el juego sucio).

Tiempo tendrá el Barça de terminar de aclimatarse de aquí al sábado y quitarse los últimos copos de nieve que se llevaron de España para no empezar la final tan helados como comenzaron la semifinal.

Partido correspondiente a la semifinal del Mundial de Clubes 2009.

Goles

1-0 Rojas 5´
1-1 Busquets 35´
1-2 Messi 55´
1-3 Pedro 67´

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