martes, 1 de diciembre de 2009

De azul y grana














DEL POTRERO A LA GLORIA

Hace poco más de tres lustros cuando un pibito que no levantaba dos cuartas del suelo gambeteaba como una centella a gigantes en cualquier potrero de su Rosario natal.

Practicamente nadie podía imaginar que aquel chico llegaría años después a coronarse con todos los laureles del fútbol. Como mucho sus más allegados podrían soñar en verlo triunfar en Argentina con la camiseta de Newell´s, el equipo de su ciudad y de sus corazones.

Con Messi se hace una vez más realidad el cuento del "patito feo". Su pequeño aspecto amenazaba con limitar su esencia, con impedir que todo su genio futbolístico brotara sin taras ni barreras. El tiempo y la vida hizo de esa traba una cuestión más allá de lo estético. Su salud estaba en juego.

El destino empezó a encajar piezas y a mostrar el camino ¿correcto? Eso lo diría el tiempo. Muchos han quedado y quedarán en el camino. El camino terminó siendo correcto porque hubo final feliz. A Messi se le abrió la gran puerta cuando todas las demás se cerraron. En Argentina nadie se arriesgó a pagarle un costoso tratamiento hormonal. En Barcelona sí. Esa fue la diferencia.

El Barça apostó por él, y él lo dió todo. El club culé le dió todos los medios para expresar su talento y el pibe lo agradece en forma de grandes actuaciones en el terreno de juego.

Hasta ahora su historia ha sido dura y gloriosa. De como él entienda todo lo que le ha dado y le dá el Barça y de como el club valore su entrega dependerá que esta exitosa sociedad no se rompa. Nada asegura que el idilio Barça - Messi sea imperecedero. Ni que su familia lleve sus negocios (ya vivimos el caso Ronaldinho, por ejemplo), ni que sea de la Massía, ni que vendan su humildad.

Depende principalmente de Messi el madurar, el no descentrarse, el no "volar" más allá de su realidad terrenal. La decadencia de Ronaldinho amenazó con arrastrar a un Messi aun imberbe. Seguro que desde entonces ha madurado. ¿Cuánto? Eso no se sabe con exactitud. Es humano, y errará. Como humanos son los directivos del Barça, y errarán. Y eso Leo tendrá que tenerlo en cuenta. Cuáles son sus prioridades, hasta que punto siente al Barça.

Hace poco declaró en Argentina que cambiaría todos los títulos conseguidos por el Barça por ganar el Mundial con Argentina. Declaraciones hasta cierto punto lógicas teniendo en cuenta el entorno y las circunstancias. También que el Mundial es lo más grande para un futbolista y que los argentinos son especialmente patrioteros. Muy bien. Pero tiene que tener más tacto. No vivimos en los años 20, en que lo más avanzado era el teléfono. Ahoras las noticias vuelan vía fax, tv, internet,etc.

Y al culé le duele oir eso, aunque lo entienda. Se siente un tanto decepcionado. No se le pide hipocresía, solo tacto. No se duda de su agradecimiento al Barça, lo demuestra partido a partido. Ni siquiera del cariño. Sería inhumano que no lo tuviera. Pero por contentar a unos a entristecido a otros.

Los barcelonistas esperamos que este Balón de Oro sea el primero de muchos premios. Y sobre todo la culminación de títulos colectivos. Porque para llegar a estos premios Messi tendrá que rendir con el equipo, eso nunca tiene que olvidarlo.

El próximo reto es el Mundial de Clubes. Ahí Messi tendrá que reafirmar su status y confirmar que es la estrella que más brilla.

Felicidades Leo.

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